Creíamos que lo habíamos visto todo en los zoom ópticos de los móviles y ha llegado el Xiaomi 17 Ultra para callarnos la boca

La espera ha terminado, al menos para el mercado chino, con la presentación oficial del Xiaomi 17 Ultra, pero aún falta para poder verlo en España. Sin duda, estamos ante un movimiento sin precedentes dentro de la industria y es que, mientras la gran mayoría de marcas llevan años buscando la solución perfecta para poder ofrecer un zoom de calidad en sus cámaras sin que suponga una aberración visual, Xiaomi lo ha reventado todo consiguiendo un sistema que es una locura técnica. 

Y es que Xiaomi ha roto por completo las reglas del juego con un sistema que recuerda a lo que intentó Huawei con el Pura 80 Ultra, pero llevándolo a un nivel de sofisticación mecánica nunca visto en un dispositivo de este tamaño. Aquí no hablamos de saltar entre distancias fijas; hablamos de un teleobjetivo que cobra vida propia, moviéndose internamente como si llevaras una lente profesional de miles de euros directamente en tu bolsillo, y todo ello sin comprometer la calidad visual final y otros aspectos como la apertura o la nitidez.

La ingeniería que hará temblar a la competencia

El corazón de esta bestia es el sensor Isocell HP5 de 200 megapíxeles con un tamaño de 1/1.4 pulgadas, un elemento que otros fabricantes han montado en sus teléfonos este año, pero no con la inteligencia con la que lo ha hecho Xiaomi. Esta base técnica no es solo músculo bruto, sino la plataforma necesaria para capturar una cantidad de luz y detalle que hasta ahora era terreno prohibido para los sensores de largo alcance, pero decir eso es sólo quedarnos en la base de lo que han conseguido. 

Lo verdaderamente revolucionario reside en su arquitectura óptica de 8 elementos divididos en 3 grupos, que permite un zoom óptico continuo real entre los 75mm y los 100mm. A diferencia de otros sistemas que dependen de recortes digitales para rellenar los huecos entre aumentos, este mecanismo se desplaza físicamente para ofrecer una transición fluida y sin pérdidas. De hecho, es la primera lente Leica APO que llega a un smartphone, garantizando una corrección cromática impecable que elimina esas aberraciones que suelen arruinar las fotos a larga distancia.

Pero el alcance va mucho más allá, ya que el sistema se encarga de poder alcanzar una distancia de 400mm ya sí de manera digital y con IA de por medio, pero con unos resultados bestiales gracias a poder llegar más lejos de manera óptica con el propio sensor. Este despliegue de potencia permite cubrir desde un retrato clásico hasta una captura de súper teleobjetivo sin que notes saltos bruscos o degradación en la imagen, por lo que podemos decir que la coherencia técnica que se consigue entre hardware y software es lo más perfecto que hemos tenido hasta ahora en un smartphone. 

Con todo esto sobre la mesa, sólo queda probar si de verdad Xiaomi ha conseguido esos tan buenos resultados que está prometiendo, pero no podemos negar que la pinta que tiene es bestial. Tener una cámara profesional en la palma de la mano cada año que pasa es una realidad aún más palpable y, lo que hasta hace nada parecía imposible de conseguir, a día de hoy es más que una realidad gracias a sistemas de movimientos internos que son una barbaridad técnica sin competencia (al menos por ahora). 

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