Daniel Vega
EditorLa verdad es que llevaba bastante tiempo sin tener problema alguno con Android Auto: siempre ha funcionado sin cuelgues ni cortes raros, pero algo parece que ha cambiado con el paso del tiempo. Es cierto que muchos pueden achacar esto al uso de este sistema de manera inalámbrica, pero la realidad es que los pantallazos a negro o los cortes durante la navegación también me han pasado utilizándolo con el teléfono conectado por cable, así que está claro que algo pasa.
Pensé que sería culpa del cable, así que lo cambié por otro que, en teoría, cumplía las recomendaciones de Google, pero a la práctica me seguía pasando lo mismo. De hecho, llegó un punto en el que Android Auto dejó directamente de funcionar, así que tiré de ingenio y conseguí solucionar el problema con un simple adaptador de nueve euros, sí, así como suena.
Arreglar mi problema con Android Auto fue fácil: cambiar el cable, pero no por uno nuevo
Puede parecer una broma, pero la solución al problema lo encontré prácticamente de casualidad a través de un hilo en Reddit donde un usuario contaba una “chapuza” que le había devuelto Android Auto a la vida: usar un cable USB-C a USB-C junto con un pequeño adaptador USB-C (hembra) a USB-A (macho). La verdad es que sobre el papel sonaba bastante raro, pero en ese punto todo era de perdidos al río.
Con esta información ya en mi cabeza, acudí a Amazon para poder comprar un adaptador de este tipo y probar suerte así que, tras unos días de espera, me llegó, lo conecté al puerto USB del coche, enchufé el cable y, para mi sorpresa, Android Auto volvió a funcionar al instante. Cero desconexiones, cero pantallas negras y cero problemas a la hora de usarlo con total normalidad y es que, aunque parezca magia, al menos en mi caso tengo que admitir que me ha funcionado brutalmente bien.
Al principio pensé que había sido pura suerte, pero luego me di cuenta de que el adaptador encajaba mejor que los cables que usaba antes: quedaba más firme, sin holgura ni movimientos raros. Probablemente ahí estaba el origen del problema, porque bastaba con que el cable se moviese un poco para que se cortara la conexión así que, si en tu caso te pasa exactamente lo mismo, vas a perder sólo nueve euros en probar si este pequeño dispositivo te salva o no la papeleta.
No diría que esta sea la solución definitiva para todos los casos pero, si te estás volviendo loco con Android Auto, te animo a probarlo. Solo necesitas un cable USB-C a USB-C y un pequeño adaptador USB-C a USB-A. Es barato, fácil de probar y, quién sabe, puede que te ahorres un buen quebradero de cabeza a corto plazo y eso, por tan poco dinero, no está pagado.
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