César Otero
EditorEs curioso cómo, tras tantos años, sigue habiendo un debate a favor y en contra de las freidoras de aire. Son como los robots de limpieza: hay mucha gente que los tiene y ya no pueden volver a simplemente barrer la casa, y hay gente que aún no los ha adoptado y sigue usando lo 'tradicional'.
En el caso de la Air Fryer, tener una exige acostumbrarse a cosas como los nuevos sabores -porque no saben igual unas patatas fritas en abundante aceite que con aire caliente y una capa fina de aceite-, nuevos tiempos de cocción y resultados. Pero, como en cualquier aparato de cocina, se le va pillando el truco. Más rápido aún si usas estos trucos:
El pre-calentamiento es esencial
En este apartado, hay quien dice que no pasa nada porque no precalientes. Pero, basándome en la experiencia, cuando precalientas logras una cocción más uniformes. En casa tengo dos freidoras, y la más grande siempre activa automáticamente un período de precalentamiento. La más pequeña -esta Xiaomi de 5,5 litros y puerta de cristal- no, por lo que lo mejor es encenderla con la cesta dentro vacía, de 3 a 5 minutos a la misma temperatura a la que quieres cocinar.
Nada de llenar el cesto hasta arriba, es contraproducente
El diseño de una Air Fryer le permite mover una corriente de aire caliente alrededor de un alimento. Pero si llenas demasiado la cesta de la freidora, lo que logras es el efecto inverso a esto, ya que el aire no podrá circular bien, así que nunca llenes la cesta hasta arriba. Esto también es necesario para que los alimentos no estén muy cerca de la resistencia, y para que puedas voltearlos para que se hagan de forma uniforme si hablamos de, por ejemplo, patatas.
El aceite a su mínima expresión
Te has comprado una Air Fryer porque quieres comer más sano, así que nada de voltearle generosamente el aceite. El complemento imprescindible de una freidora de aire es una aceitera en spray para rociar con capas muy finas sobre lo que vayas a cocinar. y si se trata de repostería (y la pasta de hojaldre para rollos de salchicha y pasteles funciona especialmente bien aquí), no hay necesidad de utilizar aceite en absoluto, simplemente 'pinta' con un cepillo untado con un poco de leche o huevo, como lo harías en un horno normal.
Una cesta de silicona
Una característica de las freidoras de aire es que, según lo que hagas, puede que la bandeja apenas se ensucie, o puede que la cesta quede hecha un asco de grasa y líquidos -eso pasa con el pollo. Tener una cesta de silicona es tan esencial como la aceitera en spray, porque, aunque en teoría rompe la circulación de aire uniforme por entre los alimentos, la silicona se calienta igualmente y los cocina. Y te ahorra limpiar la freidora, alargándole la vida de útil.
La clave de todo: los tiempos de cocción
El apartado más difícil de dominar, en una Air Fryer los tiempos (y la temperatura) lo son todo. Lo único que necesitas es conocer los tiempos de cocción básicos de los alimentos: Por ejemplo, las patatas asadas se cocinan en 30-35 minutos, dependiendo del tamaño de la patata, del mismo modo que no todo el bacon o el salmón tienen el mismo tamaño y grosor.
En cuanto a los tiempos de conversión del horno a la freidora de aire, no hay reglas fijas. Por lo general, puedes reducir la temperatura -en comparación con un horno convencional- y el tiempo de cocción en un 25%.
No aceleres las cosas, cuidado con la temperatura máxima
Procura no caer en la tentación de poner la temperatura al máximo: las freidoras de aire se calientan mucho y algunas recetas requieren una temperatura más suave para obtener el mejor resultado, por ejemplo, si está horneando magdalenas. Al principio es muy sencillo quemar los alimentos por fuera y dejarlos crudos por dentro por el gesto de ponerlo todo al máximo para que se cocine antes.
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