Prácticamente cinco años han pasado desde que decidí dar el salto a iOS con el flamante iPhone X que Apple presentó durante el mes de septiembre del año 2017 y, desde entonces, he utilizado este sistema en mi día a día sin ni siquiera echar de menos a mi querido Xiaomi Mi 5 con el que tan feliz era.
Pero este 2022 algo ha cambiado en mi día a día, y es que la aparición del nuevo Xiaomi 12 ha cambiado por completo mi percepción de un teléfono Android, y he encontrado en él las ganas de volver a utilizar este sistema de forma habitual con un teléfono capaz de todo y realmente cómodo para su uso y transporte.
El tamaño compacto, la clave para volver a enamorarme
Sí, yo soy uno de esos pocos usuarios que aún se resisten a utilizar un teléfono de grandes dimensiones a día de hoy, y quizás la falta de alternativas en el mercado Android de este tipo de terminales con especificaciones de alto nivel ha sido uno de esos grandes peros que había encontrado hasta ahora de cara a poder utilizar este sistema.
Pero esto es algo que Xiaomi ha detectado realmente bien con su nuevo flagship y es que, a pesar de que sigue teniendo unas dimensiones en longitud ligeramente superiores a mi actual iPhone 11 Pro, sigue siendo un teléfono realmente compacto y cómodo de utilizar en el día a día.
También ayuda en gran medida la reducida anchura del dispositivo, su panel frontal ligeramente curvado e incluso el acabado mate texturizado de su parte trasera, varios factores que hacen que sea muy cómodo de agarrar y, sobre todo, que no se noten las huellas en su uso, aspectos que para mi gusto son claves a la hora de poder disfrutar de él.
Un hardware pata negra con el que no hecho de menos la fluidez extrema
Es cierto que a nivel de especificaciones y potencia los teléfonos Android están a la par de los dispositivos con iOS, pero la optimización que Xiaomi ha conseguido con esta nueva generación combinada con MIUI 13 ha dado un salto muy importante con respecto a los modelos anteriores.
En este caso, el procesador Qualcomm Snapdragon 8 Gen 1, sus 8 GB de memoria RAM y su almacenamiento UFS 3.1 otorgan a este teléfono de una potencia más que sobrada para poder realizar tareas cotidianas, y encima con una batería que no está nada mal dado su tamaño.
Pero, sin lugar a dudas, uno de los grandes puntos que han hecho pasarme a este Xiaomi 12 es el de la carga rápida, la cual está a años luz de los que nos ofrece Apple. Y es que en apenas 30 minutos, gracias a su carga rápida de hasta 67W con el cargador incluido, puedo completar su batería del 0 al 100%, unas cifras brutales.
En definitiva, el hardware de los teléfonos de Apple ya no es ni mucho menos un aspecto clave a la hora de elegir un dispositivo de su marca, y es que Android ha dado un salto gigantesco a nivel de optimización y otras tecnologías asociadas que hacen que la experiencia con éstos equipos estén al mejor nivel del mercado.
Las cámaras ya me permiten trabajar con la máxima calidad
Y para finalizar con esta reflexión, os tengo que hablar de las cámaras que equipa el Xiaomi 12. Una de las grandes razones por las que usaba iPhone hasta hoy era por su grabación de vídeo, pero he de deciros que eso ya ha pasado a mejor vida.
Suelo hacer grabaciones bastante largas y necesito que, sobre todo, el enfoque sea lo más preciso y rápido posible y los colores de la captura sean lo mas fieles posibles a la realidad, y esto es algo que he conseguido con creces con este equipo.
Y algo muy similar ocurre con las fotografías, donde tanto el sensor principal como el gran angular han alcanzado un nivel que nada tiene que envidiar a los mejores teléfonos que tenemos en el mercado y, por supuesto, no me hacen echar de menos a la calidad que obtenía hasta ahora con el iPhone 11 Pro.
Así que, resumiendo, por mi parte no puedo hacer más que recomendaros el salto a un teléfono de éstas características si estabais pensando volver a usar Android en vuestro día a día. Si bien el iPhone sigue siendo una de las mejores opciones del mercado, ya no es ni mucho menos un dispositivo que esté claramente por encima del resto en apartados clave como el hardware o la fotografía.