Me encanta viajar, y siempre lo suelo hacer por carretera con todo lo que ello implica. Pasar por peajes, comparar rutas e incluso hacer uso de distintos navegadores. Hoy te voy a contar todo lo que he aprendido para conocer si merece la pena evitar los peajes que haya en ruta y hacer cálculos de cuánto nos va a costar el trayecto.
Waze, el arma definitiva del conductor
A pesar de que existen muchas experiencias y opiniones entre los diferentes navegadores, Waze para mí es el mejor a la hora de viajar, sin embargo, me quedo con Google Maps para trayectos cortos por ciudad.
Muchos no lo saben, pero cuando introducimos una dirección para que Waze nos lleve hasta ella, la app no solo calcula una única ruta, sino que calcula aproximadamente tres y las tiene en cuenta en función de las circunstancias con las que nos vayamos topando mientras vamos de camino al destino.
Antes de darle a "Ir" para que comience la navegación hasta el destino nos aparecerá un mensaje en el que aparece el coste total de los peajes, este suele ser muy preciso, tanto o más que los precios de la gasolina que ofrece dentro de la app, algo lógico teniendo en cuenta la frecuencia con la que fluctúan los precios del crudo. Para ahorrar en gasolina siempre es mejor usar apps específicas.
Tener en cuenta todos los factores es la clave
Para conocer las rutas alternativas, incluyendo algunas que no incluyen peajes, debemos pulsar en el botón "Rutas" que aparece tras haber introducido un destino. Debes ser rápido, dado que dicho menú aparece pocos segundos antes de que comiencen las indicaciones de la ruta.
La información que se muestra en la previsualización de la ruta nos da muchas pistas. Kilómetros, tiempo, incidencias en carretera y el coste del peaje, si es que lo incluye. Si pulsamos en el apartado "Mapas" ubicado en la parte superior nos mostrará de un vistazo por dónde van cada una de las rutas.
En función de los kilómetros y el tiempo, podremos estimar de una forma muy sencilla si merece la pena pasar por algunos de los peajes propuestos.
También hay que tener en cuenta las condiciones meteorológicas, dado que en muchas ocasiones nos forzarán a tener que ir por carreteras secundarias y de noche, en invierno con las heladas, o lloviendo a mares, por lo general, no merece la pena.