Con más de 500.000 vehículos entregados desde su debut y habiendo pulverizado su objetivo anual meses antes de terminar el año, está claro que Xiaomi ha dejado de ser un aspirante para convertirse en el enemigo a batir de cara al próximo año 2026 si hablamos de coches eléctricos en el mercado chino. Sin embargo, mientras el mercado aplaude las 46.249 unidades entregadas en noviembre, algo un tanto inquietante se está gestando en los laboratorios de desarrollo de la marca ya que contradice totalmente el rumbo de la compañía.
Se ha filtrado una patente que desenmascara las verdaderas intenciones de la firma: el desarrollo activo de sistemas de combustible. Lejos de conformarse con la electricidad pura, el documento registrado revela tecnología específica para medir niveles de gasolina, confirmando que Xiaomi está acumulando un arsenal técnico para vehículos híbridos o de rango extendido. Ciertamente es algo que podíamos llegar a intuir en base a los rumores que han ido llegando del futuro Xiaomi SU9 y su propulsión híbrida, pero por ahora va a tocar esperar para poder confirmarlo.
Los eléctricos van a dejar de ser las únicas alternativas en los coches de Xiaomi
Como os decimos, los informes de la industria china ya empiezan a hablar muy seriamente del Xiaomi YU9, un titán de más de 5,2 metros de largo con tres filas de asientos que pretende redefinir el segmento de los SUV grandes gracias a elementos como el sensor lidar y la dirección trasera pero, para mover tremenda mole, necesita esta tecnología híbrida para hacerlo sin restricciones.
Para gestionar estas nuevas mecánicas, la patente descubierta detalla un software obsesivo con la precisión. Si el sistema detecta fluctuaciones bruscas por una conducción agresiva o el movimiento del líquido en el tanque, el algoritmo interviene ejecutando ajustes sucesivos hasta que la discrepancia desaparece, por lo que es una forma de someter el caos físico del combustible a la disciplina digital de Xiaomi, garantizando que lo que ve el conductor sea siempre la verdad absoluta de cara a poder maximizar el rendimiento y la autonomía.
Por otro lado, también cabe destacar que el Xiaomi SU7 está a punto de sufrir una metamorfosis con una revisión que incluye actualizaciones de hardware y, lo más importante, una posible versión de batalla extendida para corregir su punto débil: el espacio trasero. A esto se suman nuevas patentes sobre control de derrape y química de baterías de litio-ferrofosfato, demostrando que quieren tener el control total, desde la composición molecular de la energía hasta el comportamiento del chasis al límite.
En definitiva, todo apunta a que se vienen cambios gordos dentro del ecosistema de coches eléctricos de Xiaomi pero, sin lugar a dudas, la mayor incógnita va a ser el cómo la marca va a ser capaz de adaptarse a esa nueva motorización en sus coches. Sólo el tiempo nos dirá si es o no una buena decisión, pero al menos en un vehículo tan grande nos parece una solución realmente interesante de cara a poder mantener sus prestaciones.
Fuente | CarNewsChina
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